LA TARDE Y SUS ORILLAS



Cuando la tarde muera desangrando los vidrios

preparare mis libros y partiré de viaje,

cuando la tarde muera y nos deje

unos cuerpos cansados y felices oliendo a sexo

me arrancare del cuerpo las heridas.


Cuando la tarde sin remedio pronuncie su alarido de alondra

y ensaye sobre el living una larga parodia de agonía

volveré a comer de tu cuerpo mojado.


Nosotros no quisimos amada mía

perpetuarnos de sal,

lentamente nos fuimos construyendo

pariéndonos en cada mordedura.


Nosotros nos matamos a veces en olvidos

pero igual agitamos jirones de banderas

y nos reconquistamos por las noches

empapados de lluvia.


Cuando la tarde muera

estaremos desnudos,

náufragos de la piel con la música vana de Ismael serrano

saboreando la carne de nuestros corazones

nuestros desatinados corazones.


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